En mi reflexión de la semana pasada adjunté el
vídeo que los organizadores del congreso de Asís sobre „La teologia della tenerezza in Papa Francesco“ proyectaron en una
de sus sesiones de trabajo. Los guionistas del vídeo muestran comentarios del
mismo Papa, de la filósofa Flavia Marcacci y del teólogo Mons. Carlo Rocchetta.
La traducción al español de lo que dicen los dos primeros está en mi escrito de
la semana pasada, hoy incluyo la traducción de las palabras del teólogo.
Me atrevo a decir que para nosotros, los que
asistimos regularmente a esta escuela de la ternura mediante la lectura de este
Blog, las breves palabras del Papa, por su sencillez y cercanía, nos brindan sugerencias
importantes para nuestra vida. También es verdad que las reflexiones filosóficas
de la señora Marcacci nos pueden ayudar a comprender mejor la realidad de la
ternura, a la vez que nos sugieren preguntas y respuestas sobre el tema y su
implicación en nuestra propia vida. Me llamó especialmente la atención su
afirmación de que la ternura es una opción para auto-educarnos, para educar
nuestro propio ser, nuestra capacidad de interacción con nuestro prójimo y con
nosotros mismos. Y aquello otro de que la práctica de la ternura es una forma
de apasionarse por lo humano, invitando de forma concreta a asumir el reto que
tenemos ante nosotros aceptando el desafío que el Papa Francisco nos plantea
con su revolución de la ternura.
Me ha llamado la atención el poco espacio que
los guionistas del vídeo han concedido al teólogo Mons. Rocchetta, cuyas
intervenciones traigo hoy traducidas al español. Es cierto que si nos fiamos
del programa publicado, todo el congreso de Asís fue una reflexión sobre la
teología de la ternura: sus raíces antropológicas y bíblicas, aspectos de
teología sistemática, moral y pastoral, incluyendo además otras facetas del
anuncio de la ternura del Papa Francisco. Esperaremos a la publicación de los
documentos finales del congreso. Cuando disponga de los mismos, tendremos
oportunidad de considerarlos en nuestra escuela. Hoy nos conformamos con lo
dicho por Don Carlo en el vídeo.
Intervenciones
del teologo Mons. Carlo Rocchetta en el vídeo „Papa Francesco e la rivoluzione della tenerezza“:
El concepto de ternura en la Biblia se expresa a
través de una serie de vocablos que enfatizan la parte visceral, una sensación
profunda; por ejemplo, ‚rahamim‘ que significa tener una intensa ternura, una
gran ternura; expresa ese amor visceral de una madre que siente cómo se mueve
dentro de sí misma el bebé de sus entrañas. De hecho, el femenino de ‚rahamim‘,
‚rehem‘, significa el útero, el vientre de la madre en el que el niño se siente
protegido. La ternura recuerda ese vientre de Dios que nos porta y sostiene en
sí mismo al igual que una madre lleva a su hijo en el suyo.
Mucha gente quiere saber cuándo habló Jesús de la ternura. El Evangelio es el evangelio de la ternura, todos
los episodios son continuamente episodios de ternura. En la terminología, por
ejemplo: todas las veces que se dice que Jesús tuvo compasión. El verbo griego
corresponde al bíblico de la ternura, un amar con el corazón. Com-padecer significa 'sufrir con’. Por lo tanto, Jesús continuamente se refiere a la ternura del
Padre que nos ama, a su ternura hasta la cruz. La cruz es el gran abrazo en el
que Dios nos abraza y nos acoge en su corazón. La cruz, la forma del cuerpo, el
cuerpo la forma de la cruz. La cruz nos dice a nosotros mismos que somos seres
de ternura capaces de amar a Dios. Ternura es amar a los otros, abrazarse,
darse la mano.
El Santo Padre vuelve una y otra vez sobre este
tema. Por ejemplo, en Evangelii Gaudium
cita 11 veces la palabra ternura, en Amoris
Laetitia lo hace en 21 ocasión. Habla también de la revolución de la
ternura, de la fuerza revolucionaria de la ternura. Recuerdo los tiempos en que
la palabra revolución se refería al proletariado, a la la revolución marxista. Referirla a la
ternura es realmente algo absolutamente nuevo, porque significa que la ternura
cambia. Es una revolución con un buen fin, en el sentido de que cambia los corazones,
cambia la sociedad, cambia las relaciones entre las personas.
Creo que la evolución de la ternura es también como
la evolución de la belleza. Encontrar la belleza en los corazones de la gente,
en contra de la aberración que es la brutalidad, la violencia, todo lo que
destruye la vida.
Verdaderamente ahora ha llegado la época de la
ternura, de la misericordia y de la ternura. Entre misericordia y ternura se da
una relación estrechísima: jamás la una sin la otra.
Yo confío también que, al ejemplo del año de la
misericordia, tengamos un día igualmente el año de la ternura, porque la
ternura es necesaria.
Gracias Paco, por la traducción. Aunque escuché el video en italiano, no entendía todo. Que la palabra "revolución" empieza a tener un nuevo contexto positivo, es una preciosidad. Y es el futuro, el ahora. Jesus era un revolucionario y lo sigue siendo. La revolución en nuestra generación tiene que venir a través de la Paz, con la ternura. ¡Recemos que llegue pronto este "año de la ternura"!
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