El ejercicio que propongo consta de dos partes, la primera la lectura de un salmo, hoy la lectura del Salmo 103, el tema, "La ternura de Dios conmigo". Concluida la lectura me tomo un tiempo para la meditación, y repaso, a la luz de lo que me dice el Salmo, los dones recibidos de Dios en las diferentes etapas de mi vida, las expresiones de ternura de Dios con mi persona.
Y para hacerlo entretenido, me doy una puntuación en el cuadro que adjunto más abajo (Por ejemplo, de 0 a 3 poco, de 4 a 6 escaso, de 7 a 10 mucho).
¿Parece de niños, no? Yo lo voy a intentar en esta semana; en algún momento os contaré cómo me fue. Pongamos manos a la obra: aquí tenéis el texto del Salmo 103:
„Bendice a Yahveh, alma mía, del fondo de mi
ser, su santo nombre,
bendice a Yahveh, alma mía, no olvides sus
muchos beneficios.
El, que todas tus culpas perdona, que cura
todas tus dolencias,
rescata tu vida de la fosa, te corona de amor y
de ternura,
satura de bienes tu existencia, mientras tu
juventud se renueva como el águila.
Yahveh, el que hace obras de justicia, y otorga
el derecho a todos los oprimidos,
manifestó sus caminos a Moisés, a los hijos de
Israel sus hazañas.
Clemente y compasivo es Yahveh, tardo a la
cólera y lleno de amor;
no se querella eternamente ni para siempre
guarda su rencor;
no nos trata según nuestros pecados ni nos paga
conforme a nuestras culpas.
Como se alzan los cielos por encima de la
tierra, así de grande es su amor para quienes le temen;
tan lejos como está el oriente del ocaso aleja
él de nosotros nuestras rebeldías.
Cual la ternura de un padre para con sus hijos,
así de tierno es Yahveh para quienes le temen;
que él sabe de qué estamos plasmados, se
acuerda de que somos polvo.
¡El hombre! Como la hierba son sus días, como
la flor del campo, así florece;
pasa por él un soplo, y ya no existe, ni el
lugar donde estuvo vuelve a conocerle.
Mas el amor de Yahveh desde siempre hasta
siempre para los que le temen, y su justicia para los hijos de sus hijos,
para aquellos que guardan su alianza, y se
acuerdan de cumplir sus mandatos.
Yahveh en los cielos asentó su trono, y su
soberanía en todo señorea.
Bendecid a Yahveh, ángeles suyos, héroes
potentes, ejecutores de sus órdenes, en cuanto oís la voz de su palabra.
Bendecid a Yahveh, todas sus huestes,
servidores suyos, ejecutores de su voluntad.
Bendecid a Yahveh, todas sus obras, en todos
los lugares de su imperio. ¡Bendice a Yahveh, alma mía!“
Cuadro de evaluación personal:
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Infancia
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Adolescencia
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Juventud
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Adulto
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Ternura
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Compañía
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Fe
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Esperanza
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Ánimo
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Alegría
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Creatividad
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Justicia
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Paz
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Sabiduría
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(Idea: Giuliana Martirani en "La civiltà della tenerezza")