viernes, 18 de mayo de 2018

Tenerezza, la ruta italiana de la ternura

Como saben mis amigos, en el transcurso de mi vida he tenido la oportunidad de vivir en tres países y culturas diferentes: España, Alemania e Italia. En estos caminos que ahora recorro, queriendo contribuir a la "revolución de la ternura", se me ha ocurrido detenerme por un momento en esas latitudes y preguntarme si existe alguna diferencia entre lo que piensa un alemán, un italiano y un español sobre la ternura. 

Para empezar abriré los diccionarios oficiales correspondientes y buscaré el significado que le dan los expertos a las tres palabras que nos interesan: Zärtlichkeit, ternura y  tenerezza. ¿Habrá diferencias? 

El alemán la define así: „un fuerte sentimiento de afecto unido al anhelo de expresar este afecto: ser cariñoso“
A la RAE (Real Academia Española) le bastan pocas palabras: „sentimiento de cariño entrañable“
Mis inolvidables italianos, sin embargo, son más expresivos: „Profondo sentimento di dolcezza e affetto, spesso associato a commozione. Al pl.: Azioni o parole affettuose, che esprimono sentimenti profondi. Fam: coccole“. Traducción: „Sentimiento profundo de dulzura y afecto, asociado a menudo a la conmoción. En plural: acciones o palabras afectuosas, que expresan sentimientos profundos. Familiarmente: caricias.“ 

Pues resulta que sí hay diferencias, aunque no en lo esencial. De la definición que le dan los alemanes a nuestro vocablo, deducimos que a ellos les gusta el orden, lo esencial y no necesitan de flexibilidad; son puntuales pero se les nota cierta frialdad emocional. Los españoles somos diferentes: en las cuatro palabras de la RAE intuyo la mentalidad cervantina, y me imagino a Don Quijote explicándole a Sancho Panza (¡el de la poca sal en la mollera!) lo de la ternura........ Recuerdo, por ejemplo, cuando el caballero le decía a su escudero que „el amor es deseo de belleza“, o aquello otro de „mis amores y los suyos (de Dulcinea) han sido siempre platónicos, sin extenderse a más que a un honesto mirar.“ Pobre Sancho, con poco se tenía que conformar. Así me siento yo con lo que dice nuestro diccionario de la lengua española sobre la ternura (¡poca sal para la olla!).


Italia es diferente. Tenerezza, sentimientos, dulzura, afecto, conmoción, acciones y palabras, caricias, ...... todo un arco iris de expresiones para definir algo inefable y misterioso como es el mundo que rodea la temática de nuestra escuela. Creo que para avanzar en este camino será mejor tomar la ruta italiana.

Al escribir sobre estos sentimientos italianos recuerdo un pequeño secreto de mi adolescencia que os quiero desvelar hoy; tiene que ver con la ternura. Se trata de mi primer amor platónico. Poco después de cumplir yo los quince años, mi tío Antonio, el farmacéutico, tuvo un gesto de ternura con su sobrino primogénito y me invitó al cine. Se trataba del estreno de „Vacaciones en Roma“. La historia, y sobre todo la protagonista, Audrey Hepburn, se adueñaron por mucho tiempo de mis sueños adolescentes. ¡Qué hubiera dado yo entonces por recorrer Roma en Vespa sujetando la cintura de aquella belleza singular, llamada Anna, con el gracioso y pintoresco pañuelo en su garganta, disfrutando del encanto de unas relaciones humanas simples, felices y alegres!

Es esa frescura y espontaneidad que me han animado a quedarme en Italia y buscar aquí las fuentes para nuestra escuela de ternura. Estoy convencido que hubiera valido la pena perderse una noche con Anna, mi amor platónico y princesa de mis sueños, por los puentes del Tévere, y que vale la pena también entrar en las librerías de Trevi o Campo Marzio buscando literatura sobre la tenerezza. Lo primero lo soñé en mi adolescencia, y lo último me va a facilitar la tarea en nuestra escuela.

Tengo ya en mi mesa de trabajo dos libros que nos ayudarán en el futuro a seguir reflexionando sobre la ternura. El primero se titula: „La teologia della tenerezza. Un „vangelo“ da riscoprire“. Su autor: Carlo Rochetta (Profesor durante muchos años de la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma y fundador de una comunidad de familias solidarias). El segundo libro se titula: „La civiltà della tenerezza – Nuovi stili di vita per il terzo millenio“, y lo escribió Giuliana Martirani, madre de dos hijos, profesora de la Universidad de Nápoles y miembro destacado de varios organismos internacionales de reconciliación y paz. Algún día contaré algo sobre estos autores.

Al final y para meditar una frase en italiano: „Tenerezza è dire grazie con la vita: e ringraziare è gioia perché è umile riconoscimento dell’essere amati ..... Tenereza è appunto questo lasciarsi amare .....“  
(Ternura es dar gracias por la vida; y agradecer es alegría, porque es el humilde reconocimiento de que somos amados ..... Ternura es justo ésto: dejarse amar ....).

3 comentarios:

  1. Gracias otra vez Paco.

    eres un crack. leerte es un soplo de aire puro.

    Los amores platónicos son muy peligrosos. yo lo advertiría a la juventud. no idealizar a la otra persona.

    Un abrazo.
    A.P.

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  2. Qué bonito, Paco!!! Yo también comparto y me quedo con la definición italiana!! Está llena de delicadeza y de amor,el sentimiento más humano y que hoy en dia, en nuestra sociedad, da la sensación que está en peligro de extinción!!! Pero como Dios nos ha hecho tan bien, perdurará por siempre!!!

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